No suelo recurrir a productos precocinados excepto para cosas puntuales, pero cuando vi este pisto en el supermercado y leí sus ingredientes, vi que estaba fenomenal y no tenía nada extraño. Además, está hecho con aceite de oliva. Solamente añadí un poco más de cebolla (me han regalado cebollas y estoy abusando de ellas, jajajaja) y un chorrito de vino blanco.
Los ingredientes de este pisto son: tomate, calabacín, pimiento, cebolla, azúcar, aceites vegetales de oliva y de girasol. Cada bote de pisto contiene 1,5 tomates de los campos de Extremadura y Andalucía. Cada vez le doy más importancia a los productos elaborados y producidos en España.
El resultado ha sido espectacular y repetiré con el pisto. Aunque sea para acompañar un arroz blanco, tiene que estar riquísimo. ¿Tienes algún precocinado que recomiendes? ¿Sueles consumir este tipo de productos? ¿Cuál es tu salsa favorita para las albóndigas?
La verdad es que tener una despensa surtida de cosas ricas y sanas viene fenomenal para los días con prisas (que para mí suelen ser todos últimamente). Yo me he aficionado a cocinar los domingos para toda la semana y estoy feliz. ¿Lo has probado?
Ingredientes (para 4 personas):
Carne picada (mezcla de ternera y de cerdo): un kilo.
Ajo en polvo: una cucharadita.
Perejil seco: una cucharada.
Huevo: uno.
Miga de pan.
Leche entera.
Sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Para el rebozado:
Harina de trigo.
Para la salsa:
Aceite de oliva virgen extra.
Cebolla: una.
Pisto estilo casero de “Helios”.
Vino blanco.
Sal.
Elaboración de las albóndigas con pisto estilo casero:
En un bol, mezcla la carne picada con la sal, el ajo en polvo, el perejil seco y el huevo. Remoja la miga de pan en leche y añádela a la carne picada escurriendo el exceso de leche. Mezcla todo muy bien.
Echa en un plato harina de trigo para enharinar las albóndigas. Dale forma a las albóndigas y pásalas por la harina. Pela la cebolla y pícala.
En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva y dora las albóndigas. A medida que estén doradas, pásalas a la tartera donde vayas a cocinarlas.
Cuando hayas terminado de dorar las albóndigas, baja el fuego y sofríe la cebolla picada a fuego lento. Cuando empiece a dorarse, echa en la sartén el bote de pisto y rehógalo.
Sube el fuego y añade un chorro de vino blanco. Mantén la sartén al fuego hasta que se evapore el alcohol. Cubre con esta salsa las albóndigas y cocínalas a fuego muy lento hasta que estén hechas.





