No se si sándwich emparedado es el auténtico nombre de estos sándwichs, pero así los llamaba mi abuela y así los llamaré yo siempre.
Cuando era pequeña, me pasaba el verano con mis abuelas. Las dos vivían en el mismo pueblo, así que como somos tres hermanas, nos repartíamos. Yo me quedaba en casa de mi abuela Carmina y mis hermanas en casa de mi abuela Palmira.
Ellas nos llevaban a la playa, claro y siempre llevaban algo rico para merendar. Mi abuela Carmina era la reina de los bocadillos de chocolate. No se me olvidará jamás lo rico que me sabía el bocadillo con el chocolate derretido después de haberme pasado toda la tarde bañándome.
A mi abuela Palmira le gustaba menos la playa, así que cuando íbamos con ella era casi una fiesta. Además, nos preparaba para merendar ¡emparedados!. Solo los comía cuando los hacía ella, así que os podéis imaginar lo especial que me parecía todo. También era la reina del rollo de patata 😊
Cuando vi que en esta octava edición del Reto BBSS el tema era el veraneo pensé que esta receta le iba genial.
Así que, manos a la obra.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Pan de molde: 8 rebanadas.
Jamón cocido: 8 lonchas.
Queso: 8 lonchas.
Huevo: 2.
Leche entera.
Aceite de oliva virgen extra.
ELABORACIÓN del sándwich emparedado:
En un plato echa la leche. En otro plato bate los huevos.
Monta los sándwichs y pon a calentar el aceite en una sartén. A la hora de montar los sándwichs es importante que el jamón y el queso no asomen por el pan, así que recórtalo si es necesario. Corta los sándwichs por la mitad.
Una vez que el aceite está caliente, remoja (con rapidez) cada triángulo en leche y, a continuación, en huevo.
Fríelos hasta que estén dorados por los dos lados. Sácalos de la sartén y déjalos escurrir sobre papel de cocina.
Espera a que se enfríen para comerlos, ¡están mucho más ricos!
Hola. ¡Qué recuerdos tan entrañables tienes de tus abuelas y de esos veranos. Las fotos me parece que pueden see de algún lugar del norte, pero no lo sé con exactitud.
Mi tía también nos hacía esos emparedados y si te digo que no los he comido más…
Están bien ricos.
Muchas gracias por unirte al BBSS. Tu receta quedará copiada en el blog a partir de la finalización del reto.
Besos y feliz día.
Hola. ¡Qué recuerdos tan entrañables tienes de tus abuelas y de esos veranos. Las fotos me parece que pueden see de algún lugar del norte, pero no lo sé con exactitud.
Mi tía también nos hacía esos emparedados y si te digo que no los he comido más…
Están bien ricos.
Muchas gracias por unirte al BBSS. Tu receta quedará copiada en el blog a partir de la finalización del reto.
Besos y feliz día.
Siii, son playas de Asturias. No son muy conocidas, están cerca de Cudillero (que suele ser lo más conocido de por aquí). Gracias por tu comentario y tu acogida 🙂
Hola!! Qué bonitos estos recuerdos de cuando uno era pequeño, son los más tiernos y los mejores, los que te quedas para toda la vida! Me ha encantado tu foto con tu sándwich jiji, qué recuerdos me trae a mi tambien… 🙂 La receta de tu abuela muy rica, tiene un poco del sándwich mixto pero remojado en leche y huevo, menudo toque le tiene que dar! Un besito!!
Gracias 🙂
Hola Ali, estos emparedados los hacia una amiga a los niños que eran muy malos comedores y decia mira tienen de todo, huevo, leche y jamon , una cena completisima,
no sabia que este blog era tuyo, me gusta mucho, besos
¡Gracias! por la visita y por tus palabras 🙂
ummmmm…me encantan, también se los hago a mis petardillaa…. jejejejeje
Hay que tenerlas bien alimentadas, jajaja.
Que bien saben estas recetas con tantos sentimientos 🙂
Gracias 🙂
Como nos cuidaban las güelitas 🙂
¡¡¡Ya me parecía a mi Asturias!!! Mi güeli también los llamaba emparedados y estaban para morirse, yo los hago de vez en cuando, pero aún no me quedan con el mismo sabor que a ella y eso que hace un par de meses por fin conseguí que la carne guisada me quedara como la de ellas, pronto los emparedados… Tienen una pinta deliciosa
Pues lo de la carne tiene mucho mérito, eh? a mi no me sale :_( y los emparedados no me saben igual, pero es que no hay nada como comerlos en la playa, después de estar toda la tarde a remojo 🙂