La fabada es el plato más conocido de la cocina asturiana. La receta clásica se cocina con compango: chorizo, morcilla, tocino y lacón. Pero cada vez se preparan más variantes: con almejas, con pulpo… No es uno de mis platos favoritos, sólo me gustaba la de mi abuela, pero tenía ganas de probar a hacerla. Así que en una de nuestras escapadas a Asturias compré una buenas fabas y me puse al lío y preparé esta fabada en Crock-Pot.
Para que la fabada sea tal es imprescindible la calidad de las judías blancas, las llamadas fabas de La Granja, con una textura mantecosa. En España existen varios tipos de judías: más grandes, más pequeñas, más oscuras, pintas…pero la fabada no sabrá igual si no se prepara con las de La Granja.
La receta que seguí fue la de Maria Luisa García, recogida en el libro «Platos típicos de Asturias». Pero existen muchas variedades y trucos que se aplicaban en cada cocina, como ocurre con todos los platos clásicos.
Si te apetece más legumbres en la olla lenta, puedes probar el cocido de garbanzos o las lentejas.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Fabas: 500 gramos.
Morcilla: 2.
Chorizo: 2.
Lacón: 300 gramos.
Tocino: 100 gramos.
ELABORACIÓN de la fabada en Crock-Pot:
La noche antes pon a remojo las fabas en agua fría y el lacón y el tocino para que suelten la sal. Pasadas 12 horas escurre todo y aclara las fabas.
Mételas en la Crock-Pot y encima coloca el embutido. Cubre todo con agua, que quede un dedo por encima de tu fabada. Cocina unas 10 horas en temperatura baja. Puede que necesites más tiempo si las fabas son viejas, así que es mejor prepararla con tiempo de sobra. Incluso de un día para otro, ya que estos platos se benefician de un reposo prolongado.
Saca el embutido, trocéalo y sirve un plato de fabas acompañado por el embutido.






Y cuanta agua se pone?
Tienes razón, no esta puesto en la receta 🙂 Tienes que cubrirlas con un dedo de agua por encima.