Cuando mi amiga Bibi me dijo que había comido en un restaurante, longaniza de Avilés rellena de queso afuega´l pitu, casi me muero de envidia. ¡Menuda combinación! Así que cuando volví de vacaciones cargada de provisiones, me puse manos a la obra. Para suavizar la intensidad del plato, preferí sustituir el queso por una mousse de champiñones.
La longaniza de Avilés es una longaniza blanca de cerdo, lo habitual es comer cocida o frita. Si tienes olla lenta, también puedes hacerla asada.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Longaniza de Avilés: 2.
Perejil: al gusto.
Para la mousse:
Champiñones: 300 gramos.
Ajo: 2 dientes.
Nata 35% M.G.: 250 gramos.
Aceite de oliva virgen extra.
ELABORACIÓN de la longaniza rellena:
Primero cuece la longaniza; en una cazuela pon las longanizas (hazles unos agujeros para que se cuezan bien) y echa agua hasta que estén cubiertas. Añade perejil al gusto y deja que se cocinen durante 30 minutos a fuego lento. Una vez cocidas, sácalas del caldo y déjalas enfriando.
Mientras se templan, prepara la mousse: limpia los champiñones y pícalos en trozos pequeños.
En una cazuela calienta un poco de aceite y saltea los champiñones y los ajos fileteados. Mantén la sartén al fuego hasta que se evapore toda el agua de los champiñones. Añade un poco de nata, lo justo para poder triturarlos con facilidad. Deja que de un hervor y retira la cazuela del fuego. Pasa esta mezcla por la batidora hasta obtener una crema. Monta el resto de la nata y añádela poco a poco a la crema de champiñones, mezclando suavemente con una espátula de silicona. Si quieres puedes añadir sal a la mousse, yo no lo hice para compensar el sabor salado de la longaniza.
Una vez que las longanizas estén templadas, comienza a vaciarlas. Córtalas en porciones de unos 8-10 centímetros y con un cuchillo o una cucharilla (lo que te resulte más cómodo) saca la carne del interior, con cuidado de no romper la longaniza. Una vez vacías, rellénalas con la mousse.