Sí, ya que se la salsa brava auténtica no se hace con tomate, pero es que esta versión mía no es más que un intento por salvar algo que iba a ser ketchup. ¿Te acuerdas cuando hace unos días te hablé de mi domingo culinario fatídico? Pues esta salsa surgió con la intención de ser ketchup para las hamburguesas. Lo que ocurrió es que ni el sabor ni la textura me parecieron apropiadas y decidimos que con unas patatas fritas y un poco de picante estaría muy bien y terminó siendo una salsa brava en Crock-Pot.
La receta para preparar esta salsa brava en Crock-Pot es una mezcla de la de ketchup casero de Martín Berasategui y esta que vi aquí
Y nada mejor que preparar unas patatas fritas perfectas para que el día sea redondo 😊
INGREDIENTES:
Tomate maduro: un kilo.
Cebolla: una y 1/2.
Ajo: un diente pelado.
Aceite de oliva virgen extra: una y 1/2 cucharada.
Vinagre de sidra: 2 y 1/2 cucharadas.
Miel: 1/2 cucharada.
Comino: unos granos.
Pimienta: unos granos.
Sal.
Tabasco: 2 cucharaditas.
ELABORACIÓN de la salsa brava en Crock-Pot:
Lava los tomates y sécalos. Retira el tallo y trocéalos.
Ponlos en la Crock-Pot junto con la cebolla y cocina durante una hora en temperatura alta.
Saca el tomate y la cebolla de la olla y pásalos por el pasa-puré.
Mete la salsa en la olla y añade el resto de los ingredientes, excepto el tabasco. Remueve.
Cocina durante 8 horas en temperatura baja con la Crock-Pot destapada.
Antes de sacar la salsa de la olla, añade el tabasco y mezcla bien.