
INGREDIENTES (para 4 personas):
Costillas de cerdo: un kilo.
Ajo: 3 dientes.
Perejil.
Aceite de oliva virgen extra: un chorrito.
Zumo de medio limón.
Mostaza antigua: una cucharada.
Vino blanco: un chorrito.
Sal.
Vinagre: un chorrito.
ELABORACIÓN (TRADICIONAL):
Calienta el horno a 220ºC.
Pica los dientes de ajo. En un bol mezcla el aceite de oliva, el ajo picado y el zumo de limón. Sala las costillas y embadúrnalas con esta mezcla. Colócalas en una bandeja de hornear con la parte de la carne hacia abajo, añade un vaso de agua y un poco de vino blanco.
Cocina durante 30 minutos, saca las costillas del horno, dales la vuelta y rocíalas con el jugo de la bandeja. Devuélvelas al horno y deja que se asen durante otros 30 minutos, o hasta que las veas hechas.
Si durante la cocción no ves jugo en la bandeja, añade un poco más de agua.
Una vez que las costillas están doradas sácalas del horno. Retira las costillas de la bandeja y echa el jugo que ha sobrado en un cazo. Deja que hierva con el fuego no muy alto. Cuando haya roto a hervir añade el vinagre, la mostaza y el perejil. Remueve.
Sirve la carne con la salsa por encima.
ELABORACIÓN de las costillas de cerdo asadas en Crock-Pot:
Pica los dientes de ajo. En un bol mezcla el aceite de oliva, el ajo picado y el zumo de limón. Sala las costillas y embadúrnalas con esta mezcla.
Colócalas en la Crock-Pot, separándolas del fondo con unos tenedores cruzados o con unos moldes de emplatar, de manera que la carne no toque el fondo de la olla. En un cazo echa un poco de vino blanco y déjalo al fuego hasta que se evapore el alcohol. Añade el vino a la carne.
Cocina durante 6 horas en temperatura baja.
Retira las costillas de la Crock-Pot y echa el jugo que ha sobrado en un cazo. Deja que hierva con el fuego no muy alto. Cuando haya roto a hervir, añade el vinagre, la mostaza y el perejil. Remueve.
Sirve la carne con la salsa por encima.





