El año pasado, mi amiga Gemma, presentó en papel su revista «Descubre Castellón» y me pidió que preparase una receta para la publicación. Podía haber caído en un plato típico de la provincia, pero me apeteció ser más original y crear un plato basándome en la magnífica materia prima de la zona. Con este carpaccio de berenjena con langostinos al aroma de naranja podemos poner un trozo de Mediterráneo en un solo plato. Lo mejor del mar y de la huerta a nuestra disposición.
Aunque es un plato que lleva bastante elaboración, todos los pasos que se dan son muy sencillos. Es un plato frío, ideal para los días de buen tiempo (porque no sé si a vosotras os pasa, pero a mí, los platos fríos no me “pegan” en invierno. O al menos no me los como tan a gusto. Y es que con los inviernos tan fresquitos que vivimos en Aragón, como que se necesita templar el cuerpo cuando uno se sienta a la mesa.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Berenjena: una.
Langostinos: 12.
Naranjas: 2.
Pimiento rojo: uno.
Jamón serrano: 100 gramos.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal en escamas.
Valores nutricionales (por ración):
Calorías: 358.
Hidratos de carbono: 21 gramos.
Grasas: 17 gramos.
Proteínas: 35 gramos.
Precio (por ración): 2,62€.
ELABORACIÓN del carpaccio de berenjena:
Empezaremos confitando el pimiento: lo lavamos, lo secamos, retiramos las semillas y lo cortamos en tiras. Colocamos el pimiento en una cazuela y lo cubrimos con aceite de oliva virgen extra. La temperatura del aceite no debe subir de los 85ºC, para que no se frían, así que iremos vigilando y subiendo o bajando el fuego según lo necesitemos. El tiempo aproximado de cocción es de 45 minutos, aunque puede variar según el tamaño del pimiento y el tipo. Sabremos que los pimientos están hechos cuando la carne esté blanda y la piel se despegue con facilidad.
Los sacamos del aceite y los dejamos enfriar cubiertos con papel de aluminio de manera que los pimientos «suden» y así sea más fácil pelarlos después. Una vez fríos, los pelamos. Cortamos las tiras de pimientos en trozos pequeños. El aceite del confitado lo guardaremos para aliñar el carpaccio de berenjena.
Mientras los pimientos se confitan, preparamos los langostinos. Hacemos un zumo con las naranjas, pelamos los langostinos y los cubrimos con el zumo. Los metemos en la nevera hasta que vayamos a utilizarlos.
Montaje del plato:
Pelamos la berenjena. Con un cuchillo muy afilado o una mandolina cortamos rodajas muy finas. Colocamos las rodajas en un plato y las aliñamos con un chorrito del aceite que hemos utilizado para confitar.
En una sartén calentamos un poco de aceite de confitar los pimientos y freímos las lonchas de jamón hasta que estén muy hechas. Las dejamos escurrir en un plato cubierto con papel de cocina. Cuando el jamón esté frío lo rompemos con las manos y lo ponemos sobre las rodajas de berenjena.
En una plancha calentamos un poco de aceite de oliva, sacamos los langostinos del zumo de naranja y los marcamos en la plancha. Los colocamos en el centro del plato y ponemos unas escamas de sal sobre ellos.
Repartimos el pimiento confitado troceado sobre los langostinos. Si queremos, podemos poner un poco más de aceite para terminar el plato.
Un delicioso entrante que nadie se puede resistir, un beset
¡Gracias!
Alicia es un plato estupendo para la revista de tu amiga. Sin duda una colaboración de lujo.
Me pasa como a ti. Los platos fríos para el verano y los calientes para el invierno (salvo honrosas excepciones como las ensaladas que no faltan jamás en mi mesa sea el mes que sea) No lo considero que sea limitarme gratuitamente platos a un puñado de días, es simplemente que hay muchos días para comer siempre lo mismo o cocinado de la misma manera porque así se cae en el aburrimiento. Que estamos en enero, potaje de lentejas, que estamos en agosto, ensalada de lentejas ¡y todos felices! ¿o no?
Feliz descanso (si es que paras estos días)
Gracias Cuca, paro poco pero el ritmo es otro 🙂