En mi casa las croquetas vuelan. Nos gustan mucho a todos, así que cuando las preparo las hago por docenas. Y, para que negarlo, hacer croquetas es un trabajo «pesado». Hace años que conocí el croquetero de Tupperware. Y siempre me tentaba comprarlo, pero los 35€ que cuesta me echaba para atrás. Es poco dinero si funciona bien, pero ¿y si no funciona? Así que siempre lo iba dejando…
Hace unas semanas estaba de oferta en «Tupperware» así que me lancé a por él. No sin antes ver vídeos y leer experiencias para asegurarme de que era un trasto útil. Y a pesar de que todo lo que leía y veía era positivo seguía sin estar convencida. Pero había que probarlo, ¿no?
¿Cómo funciona el croquetero?
El croquetero de Tupperware es un aparato muy simple, sin trampa ni cartón. Tiene un recipiente donde echas la bechamel, un émbolo para empujarla y diferentes boquillas según lo que queramos preparar. La masa va saliendo hacia una lámina con marcas para poder cortarlas después de la misma medida. Las diferentes boquillas no las he probado, porque a mí solo me interesa la de hacer croquetas.
Para que las croquetas salgan bien es necesario que la bechamel esté fría. Si está templada se desparramarán una vez que han salido por la boquilla (lo he comprobado personalmente). Pero, si está demasiado fría (si la metemos en la nevera) hay que hacer mucha fuerza para que salgan. Así que mi consejo es dejarla un rato a temperatura ambiente, si la metemos en la nevera, antes de utilizar.
Y ahora las fotos, que hablan por sí solas:
En resumen: si te gustan las croquetas y te da pereza poneros manos a la obra, te lo recomiendo totalmente.
Y ya que estamos con las croquetas, ¿te apuntas a unas croquetas de compango? 😊
Estoy dando un paseo por tus adquisiciones, y en casa que las croquetas también vuelan, nos vendría bien un cacharrito como éste.
Besotes mi niña.
Es un imprescindible 🙂 ¡Ojalá lo hubiese comprado antes!