La crème frâiche es un producto con origen francés, con una textura similar al queso Mascarpone. Se puede utilizar tanto en recetas dulces con en recetas saladas. Y os aseguro que en una receta dulce como es este bizcocho de crème fraîche es todo un acierto.
Porque, ¿quién puede resistirse a un buen bizcocho? Mi señor marido dice que se levanta con más ganas cuando sabe que hay algo de repostería casera esperándole para desayunar, jajaja. A mi, que no me entusiasma el dulce, solo me pasa eso cuando se que me espera una tarta de queso. Pero es que yo soy más de salado, ¡qué le vamos a hacer!
INGREDIENTES:
Mantequilla: 240 gramos.
Azúcar: 200 gramos.
Harina de trigo: 250 gramos.
Nata 35% M.G.: 25 mililitros.
Crème frâiche: 200 gramos.
Huevos: 4.
Levadura química: 16 gramos.
Sal: 1 pizca.
Valores nutricionales (por porción de 100 gramos):
Calorías: 374.
Hidratos de carbono: 34 gramos.
Grasas: 24 gramos.
Proteínas: 5 gramos.
Precio (por porción de 100 gramos): 0,4€.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Sacamos la mantequilla de la nevera para que se atempere. Cuando esté blanda la batimos con unas varillas con el azúcar. Añadimos los huevos y batimos de nuevo. Añadimos la nata y la crème y volvemos a batir.
Por último, añadimos la harina tamizada, la sal y la levadura química. Y mezclamos bien hasta que no haya grumos.
Engrasamos y enharinamos un molde rectangular (o cubrimos con papel de horno) de 27 centímetros de largo y horneamos a 170ºC durante 55 minutos (o cuando al pinchar con un palillo, éste salga limpio).
Sacamos el bizcocho del horno y dejamos enfriar el molde sobre una rejilla.