Tenía muchas ganas de preparar estas rosquillas de hojaldre cuya receta había guardado desde que las vi en La Cocinita de Marisalas. Lo mejor es que son facilísimas de hacer. Una plancha de hojaldre refrigerado, miel, mantequilla y azúcar y en un momento estarás comiéndolas. No van a durar mucho, ¡aviso! Seguro que tienes de todo en casa para hacerlas.
Como ocurre con la masa quebrada, el hojaldre es genial para las recetas dulces, como unos hojaldres de canela, o saladas como unos hojaldres rellenos de longaniza. Yo no sabría que elegir, la verdad 😊
INGREDIENTES:
Hojaldre: una lámina.
Mantequilla derretida.
Agua: 1/2 vaso.
Azúcar: 50 gramos.
Miel: 4 cucharadas.
ELABORACIÓN de las rosquillas de hojaldre:
Enciende el horno a 220ºC. Mete la mantequilla en el microondas y derrítela o hazlo al fuego en un cazo. Siempre con mucho cuidado de que no se queme.
Extiende la lámina de hojaldre y pinta la mitad con mantequilla derretida. Dobla la lámina por la mitad, de manera que la parte pintada con mantequilla quede sobre la parte que no tenía mantequilla.
Con un cortapastas, haz los hojaldres. Si el cortapastas es doble, mejor. Si no, tendrás que hacer el interior con otro más pequeño. Vete colocando las rosquillas sobre la bandeja del horno.
Mete las rosquillas en el horno y hornea hasta que estén doradas.
Mientras se hornea, prepara el almíbar. En un cazo pon el azúcar, el agua y la miel. Sin dejar de remover, con una cuchara de madera, espera a que rompa a hervir. En ese momento baja el fuego y deja que siga hirviendo durante 5 minutos, mientras continuas removiendo.
Cuando las rosquillas estén listas, sácalas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Una vez frías, báñalas con el almíbar. Si te gustan más dulces puedes espolvorearlas por encima con azúcar (para mi no es necesario).





