Si hay algo típico de Avilés es este mantecado. En casi todas las confiterías y cafeterías de la Villa podemos degustar un buen mantecado de Avilés. Es un bocado exquisito y muy fácil de preparar en casa.
Este mantecado se prepara para celebrar el Día del Bollo (el lunes de Pascua). El origen de esta fiesta se remonta a finales del siglo XIX y con ella se celebraba el comienzo de la primavera y el fin del ayuno tras la Pascua. Otro dulce asturiano típico de esta época es el pan de Pascua.
La tradición establece que los padrinos y madrinas regalen a sus ahijados un bollo mantecado con forma de trébol y que puede tener varios pisos. Pero el resto del año se prepara de forma rectangular, mucho más sencillo.
Hace unos días, Cocina con Pindorina publicó la receta de su mantecado y me dio tanta envidia que me puse a hacerlo yo.
La receta que utilizo es la de la madre de mi amiga Belén, pero apenas varía respecto a la original. Al glaseado me gusta añadirle limón, le da un toque diferente.
INGREDIENTES:
Huevos: 4.
Harina de trigo: mismo peso que los huevos.
Azúcar: mismo peso que los huevos.
Mantequilla: mismo peso que los huevos.
Ralladura de un limón.
Levadura química: medio sobre.
Para el glaseado:
Clara de huevo: una.
Azúcar glas: 200 gramos.
Zumo de limón: una cucharada.
ELABORACIÓN del mantecado de Avilés:
Antes de preparar el mantecado de Avilés, sacamos la mantequilla de la nevera para que se atempere.
Precalentamos el horno a 180ºC.
En un bol, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una crema. Añadimos la ralladura de limón.
Después ponemos la mantequilla y mezclamos todo hasta que esté bien integrado. A la mezcla le aparecerán grumos, pero no pasa nada, es normal.
Añadimos la harina y la levadura tamizada y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes.
Untamos con mantequilla un molde rectangular. Vertemos la masa y horneamos durante 45 minutos aproximadamente. Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.
Una vez desmoldado preparamos el glaseado: mezclamos el azúcar glas con la clara de huevo y el zumo de limón. Mezclamos todo hasta conseguir una crema blanca. Repartimos la glasa sobre el mantecado y dejamos que se endurezca.
Si te gusta el glaseado más ligero puedes ponerle menos azúcar.