Es la segunda vez que preparo esta receta. Y esta vez me apetecía utilizar la Cecomixer para realizar todo el proceso (excepto el gratinado). Es fantástico poder cocinar manchando solo un cacharro. Porque lo peor de cocinar es fregar y recoger todos los utensilios 😉
Los galets son un tipo de pasta similar a los tiburones pero mucho más grandes. Se pueden rellenar de lo que más nos guste. Si quieres ver la receta preparada de la manera tradicional puedes visitar este post: galets rellenos.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Galets: 10 por persona.
Picadillo de chorizo: 400 gramos.
Aceite de oliva.
Queso rallado.
Para la salsa bechamel:
Leche entera: 600 mililitros.
Mantequilla: 50 gramos.
Harina de trigo: 50 gramos.
Nuez moscada: 1 pizca.
ELABORACIÓN:
Ponemos en la cubeta un chorrito de aceite de oliva y programamos a 100ºC durante 30 segundos aproximadamente para que se caliente.
Cuando el aceite esté caliente, sofreímos el picadillo. Para ello, añadimos el picadillo y programamos 2 minutos a 120ºC y velocidad 1 con el amasador de silicona.
Sacamos el picadillo de la cubeta y lo ponemos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Sin limpiar la cubeta, ponemos agua dentro de ella.
Programamos a 140ºC hasta que rompa a hervir. En ese momento, echamos la pasta y cocemos 5 minutos a 100ºC y velocidad -3. Podemos echar algún galet más por si se rompe alguno.
Es importante que los galets no queden cocidos del todo para que no se rompan al rellenarlos y para que terminen de cocinarse durante el gratinado.
Cuando la pasta está cocida, la escurrimos y dejamos que se enfríe.
Una vez que tenemos la pasta fría, encendemos el horno a 180ºC y continuamos con la receta. Rellenamos los galets con cuidado de no romperlos. Una vez rellenos los colocamos sobre una fuente apta para el horno.
Es el turno de la salsa bechamel. Ponemos en la cubeta la mantequilla, la harina, la leche y la nuez moscada. Programamos 8 minutos, velocidad 2 y 100ºC con el amasador de silicona. Si nos ha sobrado picadillo podemos añadirlo también.
Una vez que tenemos la salsa la repartimos por encima de los galets y añadimos el queso rallado sobre ella.
Gratinamos hasta que la superficie esté dorada.
P.D.: si nos sobran, al día siguiente están aún más ricos.