Bueno, en realidad no es que sea complicado, si no que estamos saturados de tantos sabores tan intensos que a veces parece que unas simples patatas guisadas no tienen espacio en nuestro menú del día.
Y esta receta viene a demostrar que es posible comer sabroso y sano de una manera sencilla.
INGREDIENTES (para 4 personas):
Patatas: 800 gramos.
Cebolla: 100 gramos.
Perejil: una ramita.
Laurel: 2 hojas.
Ajo: un diente.
Vino blanco: 50 mililitros.
Pimentón dulce: una cucharadita.
Pan rallado: una cucharada.
Aceite de oliva virgen extra.
Valores nutricionales (por ración):
Calorías: 246.
Hidratos de carbono: 43 gramos.
Grasas: 7 gramos.
Proteínas: 5 gramos.
Precio (por ración): 0,34€.
ELABORACIÓN (tradicional):
Pela las patatas, lávalas, sécalas y córtalas en trozos chascándolas. Después, pela la cebolla y pícala. Pela el diente de ajo. En el mortero machaca el ajo con el perejil, añade el pan rallado y deslíe con un poco de vino blanco.
En una cacerola calienta un poco de aceite y rehoga la cebolla. Cuando esté transparente añade las patatas y rehógalas. Añade el majado del mortero y el resto del vino. Pone en la cacerola el laurel, el pimentón y cubre las patatas con agua. Cocina a fuego lento hasta que las patatas estén tiernas.
ELABORACIÓN (Crock-Pot):
Pela las patatas, lávalas, sécalas y córtalas en trozos chascándolas. Después, pela la cebolla y pícala. Pela el diente de ajo. En el mortero machaca el ajo con el perejil, añade el pan rallado y deslíe con un poco de vino blanco.
En una cacerola calienta un poco de aceite y rehoga la cebolla. Cuando esté transparente añade las patatas y rehógalas. Añade el majado del mortero y el resto del vino. Mantén la cacerola al fuego hasta que se evapore el alcohol del vino.
Pasa todo a la Crock-Pot y añade el laurel y el pimentón. Cubre las patatas con agua y cocina a 4 horas en temperatura alta.





