¡Buenos días!
Ya solo quedan dos semanas para que termine el curso escolar y por aquí se están haciendo eternas. El calor nos dio tregua el fin de semana pasado, pero vuelve a asomar así que estamos disfrutando de la piscina municipal todas las tardes.
Una de las cosas buenas de vivir en un pueblo es que esta piscina se convierte casi en una piscina privada. Tenemos una piscina pequeña pero no parecemos fideos en la sopa, jajaja.
Iremos capeando estos días como podamos y disfrutando de cada momento, porque ya sabéis que el tiempo se pasa volando. Se escapa entre los dedos, ¿verdad?.
Espero que os guste el menú que os he preparado 😉